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Estrategia de Producto: El Caso de Apple (2 de 5)

Publicado por Guillermo Martorell en

Continuamos nuestra serie de posts sobre estrategia de producto, en la que estamos analizando el caso de Apple en los últimos 15 años.

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CAPÍTULO 2: 2001-2006

En 1997 muchos analistas y expertos estaban convencidos de que Apple iba a desaparecer. Llevaba dos años arrojando resultados negativos y su cuota del mercado de PCs había decrecido hasta niveles casi insostenibles (en torno al 3%).

Sin embargo, gracias al regreso de Steve Jobs y, en gran medida, a la estrategia de producto definida por él, Apple pudo sobrevivir como compañía, frenando su caída en cuota de mercado y volviendo a la senda de los beneficios. En lo relativo a sus productos, Apple había logrado simplificar su oferta y añadir valor a través del software. Pero eso no iba a ser suficiente para asegurar su supervivencia y para poder crecer en el futuro.

Al iniciarse la primera década de 2000, muchos analistas se preguntaban si habría llegado el fin de la era de los PCs. Entonces se pensaba que el PC había llegado a su madurez, y que no había mucho más que un usuario particular pudiera hacer con un ordenador de lo que hacía entonces, que básicamente era utilizarlo como herramienta de productividad y diseño, de acceso a Internet y como plataforma de juegos.

Sin embargo, en ese mismo momento el mundo de la tecnología estaba pasando por un momento crucial: el de la digitalización de todo. La fotografía, el vídeo, la música, los libros... todo lo que podía ser digital estaba siéndolo y Apple vio en este cambio una oportunidad para diferenciarse una vez más en su estrategia de producto.

Fue entonces, en 2001, cuando Steve Jobs comenzó a hablar de una nueva etapa en la evolución del ordenador. Una etapa en la que éste actuaría como un “hub” (centro de actividad) del estilo de vida digital. El argumento era que si todo el contenido se estaba haciendo digital, era necesario tener un “gestor de contenidos digitales” capaz de organizar, editar y distribuir éstos de forma fácil.

Ese papel podía jugarlo perfectamente el Mac, gracias al software que incluía de serie, como iTunes (gestión de música), iPhoto (gestión y edición de fotos) o iMovie (gestión y edición de vídeos).

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Con esta visión en mente, en Apple se dieron cuenta de que, si bien los mercados de cámaras de fotos y de videocámaras digitales estaban maduros, liderados por grandes jugadores como Sony o Canon, el mercado de dispositivos de reproducción de música digital era casi inexistente, con productos inferiores en funcionalidad, capacidad y diseño. Esta fue la razón de que Apple decidiera lanzar al mercado en 2001 su propio reproductor de música, el iPod, que le ayudaría a reforzar el posicionamiento del Mac como el “hub” o centro de actividad digital ideal.

El iPod se basaba en la misma filosofía de producto que el Mac: innovación, facilidad de uso y diseño distintivo. Pero también se diferenciaba porque ofrecía una experiencia completa, pues gracias a iTunes el usuario podía organizar su biblioteca musical, e incluso comprar canciones. De esta forma, el iPod no era sólo un reproductor, sino un sistema completo de compra, gestión y reproducción de música. Una vez más la integración de hardware y software característica de Apple volvía a ser un factor diferencial de su estrategia de producto.

El iPod logró tal éxito que en 2006, tan solo 4 años después de su lanzamiento, ya representaba un porcentaje de la facturación de Apple superior al de los ordenadores personales (cerca de un 40%). En el momento álgido del ciclo de vida del iPod (2008), Apple vendió casi 55 millones de unidades.

APRENDIZAJES

  • No creas siempre lo que dicen los analistas. Sus predicciones pueden servir para ver una tendencia, pero no deben tomarse al pie de la letra.
  • Presta atención a cómo evolucionan la tecnología y los hábitos de las personas en otros mercados. Es posible que puedas sacar partido de esos cambios.
  • Si crees que puedes mejorar un producto o servicio existente basándote en tus fortalezas actuales, inténtalo. No te cierres a explorar nuevas vías de negocio.

ESTRATEGIA DE PRODUCTO: El Caso de Apple


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