Más en
Carrito 0

¿Un mundo feliz?

Publicado por Guillermo Martorell en

Es viernes por la tarde y has organizado una cena con amigos en tu casa. Tienes todo lo necesario, pero en el último momento te das cuenta de que te faltan una serie de cosas por comprar: una botella de vino, cervezas, refrescos y helados para el postre.
Vas dando un paseo al supermercado de la esquina y, al entrar por la puerta, tienes la sensación de que algo ha cambiado. Lo primero que notas es que todo se ve más blanco. De hecho, te fijas en uno de los lineales y ves con sorpresa que todos los productos tienen la misma etiqueta blanca.
Desconcertado, te acercas a la sección de vinos. Allí te espera una larga hilera de botellas exactamente iguales, con sus respectivas etiquetas blancas. En cada una de ellas hay un texto que describe el producto. “Vino tinto de La Rioja. Crianza. Año 2005”, lees en una de las etiquetas.
Un escalofrío recorre tu cuerpo. Te vienen a la mente aquellas imágenes de los supermercados de la URSS que veías en los telediarios de los años 80. Pero una vez pasa la primera impresión, te enfrentas al verdadero problema: ¿qué botella de vino vas a llevarte?. La oferta es enorme, y los únicos criterios que puedes utilizar para elegir son el precio y la descripción de la etiqueta. Acabas leyendo todas las etiquetas y comparando precios hasta que eliges una botella de precio medio, más que nada por seguridad, no vaya a ser que el barato sea peleón. La elección del vino te mantiene ocupado durante 10 minutos.
Con la cerveza la decisión es todavía más difícil. No hay denominación de origen ni año de cosecha. Aun así, tienes varios fabricantes entre los que elegir, y no conoces a ninguno de ellos. Lo mismo ocurre con el resto de productos de tu lista.
Al final, has dedicado una hora de tu tiempo a decidir sobre algo que normalmente sólo te ocuparía 10 minutos. Es entonces cuando reflexionas y te das cuenta de que las marcas son muy útiles a la hora de tomar decisiones de compra, aunque sólo sea porque te ayudan a diferenciar entre productos de la misma categoría y te dan cierta seguridad de que los que eliges cumplen con unos determinados estándares de calidad.
En realidad, las marcas sirven para mucho más, pero eso es otra historia...

Compartir esta publicación



← Publicación más antigua Publicación más reciente →

Solicitamos su permiso para obtener datos estadísticos de su navegación en esta web, en cumplimiento del Real Decreto-ley 13/2012. Si continúa navegando consideramos que acepta el uso de cookies. OK | Más información